Luego de la protesta de los padres en las puertas del Colegio Nuestra Señora de Lujan, en Capital y la sentada de los alumnos, dentro del establecimiento educativo del Arzobispado de San Juan, el representante legal del colegio, presbítero Sergio Ramos, dijo que “Yo no puedo afirmar que hubo una violación”. Si bien fue una declaración que deja en manos de todo a la justicia, el cura puso en duda lo que alumna y los padres aseguran.
Minutos antes de las 9 los padres que estaban apostados en las puertas del colegio lograron ingresar y hablar (con la prensa de por medio), con el representante legal, Padre Sergio Ramos. El religioso explicó que «el diálogo lo pidieron los chicos», en relación a lo ocurrido esta mañana desde primera hora donde las autoridades del establecimiento dialogaron con los alumnos.
«Primero los chicos pidieron hablar, fue decisión de ellos. Los chicos querían expresarse, les brindamos el espacio donde pudieron hablar, comentar sus expectativas y lo que sienten. Me parecía importante que nosotros como autoridades los escucháramos, después queríamos escuchar a los padres para ver cuál es el reclamo», dijo Ramos.
«Sí sé qué responder, pero quiero hacerlo en un ámbito que podamos entendernos», dijo ante la pregunta por el presunto abuso. «Como ustedes saben las escuelas tenemos un protocolo, y al ser un colegio religioso hay un protocolo del Arzobispado de San Juan de Cuyo, para los supuestos, yo no puedo afirmar que ha habido una violación», dijo el religioso. «Es la justicia la que debe determinar si hubo o no un abuso».
También explicó que «la institución ha puesto todo a disposición de la justicia». Expresó también que «no entiendo la actitud de los padres, siempre el colegio les ha abierto las puertas». Además, informó que «el director sigue en su cargo, no ha renunciado».
Lo que no especificó o contó el religioso, es cual fue la actitud hacia la supuesta víctima y cuál fue el acompañamiento que le brindaron a la nena y su familia. El cura Ramos, sólo se limitó a decir que «no tenemos la certeza de nada, esa certeza la tiene que dar la justicia».
