El jueves pasado, entre las 18 y las 22 horas, los choferes de colectivo de San Juan generaron un gran caos en los sanjuaninos con un anuncio de paro de transporte por 24 horas para el día viernes, que luego levantaron por un llamado a conciliación obligatoria de parte del Gobierno Nacional. Esta tarde, nuevamente los choferes de colectivo vuelven con las amenazas de un paro para el martes de la semana viene y siempre enfocado a «joderle» la vida al usuario.
Es que nunca, al menos desde que este cronista tiene uso de razón, la medida fue de brindar el servicio al usuario y dejando el pase libre en los colectivos. Es que en definitiva el chofer debería molestar o hacer reaccionar al dueño del colectivo, que es su empleador y quién no estaría cumpliendo con el aumento que acordaron. ¿Qué culpa tiene el usuario de que su patrón no le pague lo que el chofer considera como justo?
Siempre, o casi siempre, el rehén es el trabajador, el estudiante, el pasajero que se sube a un colectivo a diario por una necesidad. Si, exactamente el servicio de transporte público es un servicio esencial, pero al único que se afecta es al usuario, el que paga todos los días, el que posibilita que cada uno de los empresario, cada uno de los choferes tengan sus respectivos ingresos, pero como siempre, el usuario es el más irrespetado de todo el sistema. Como casi siempre sucede.